miércoles, 18 de septiembre de 2013

Mis primeros pasitos



Desde muy pequeña siempre me han inculcado tanto desde el seno familiar como el escolar que la higiene es una de las condiciones básicas para tener una buena salud. Son dos palabras bien distintas y que están muy relacionadas. Recuerdo en los años de infantil como la profesora nos hacía seguir unas rutinas de limpieza personal tanto en el aula como fuera de ella, como por ejemplo; en el aula siempre que utilizábamos colores de dedos o plastilina nos mandaba lavar las manos al terminar, si estornudábamos sabíamos que teníamos que poner la mano delante de la boca y no hacerlo mirando hacia un compañero. En el comedor siempre nos mandaban lavar las manos antes de comer y después de comer junto con los dientes y siempre nos hacían recoger todo lo que utilizábamos y ponerlo en su sitio. Y en nuestro tiempo libre en el cole teníamos que seguir unas normas iguales para todos, tanto los niños pequeños como los niños grandes. En el seno familiar siempre era menos obediente que en el colegio y siempre tenía detrás a mis padres mandándome hacer todas las cosas que a mí se me pasaban o no me apetecían hacer (como lavar los dientes, limpiar lo que ensuciaba y otras normas que se van enseñando a los niños a lo largo de la vida). 


En mi caso personal la salud desde bien pequeña siempre la consideré una cosa muy importante aunque reconozco que en los primeros años no era realmente consciente de que la palabra salud estaba relacionada con el aspecto de que yo enfermase. Me descubrieron con 3 años que tenía asma y siempre fue un requisito básico la buena salud e higiene para yo poder estar bien, esto siempre fue así desde que yo fui consciente de que esas dos cosas estaban relacionadas hasta mi edad adulta.
Recuerdo también que en el colegio desde bien pequeños hasta que terminé la edad escolar nos inculcaban por activa y pasiva la buena alimentación. Nos daban charlas, hacíamos juegos, explicaciones, preguntas sobre el tema, etc. Es un aspecto de la salud que aparte de aprender en mi casa aprendí también mucho en el colegio.

De todos modos actualmente estamos llevando estos dos temas a un extremo yo creo que exagerado, es decir, antes los niños podían comer un poco de tierra o hierva, por ejemplo, y se les reñía a los niños para que aprendieran que eso no se puede hacer y ya estaba y ahora si una madre ve a su hijo comiendo tierra lo lleva directamente al médico por si coge alguna enfermedad. Yo creo que debería haber una balanza intermedia entre los dos casos, ni dejarles llevarse a la boca cualquier cosa ni ser super alarmistas. También noto con diferencia de antes (y me baso en pruebas fehacientes que yo misma hice en un trabajo de), que antes las madres alimentaban a sus hijos con todo tipo de alimentos sin comidas prefabricadas y actualmente no se si por comodidad o falta de tiempo, alimentan a los niños con mucha comida prefabricada y que le dan mucho al antojo del niño, quiero decir que si a un niño no le gusta una cosa la madre para no discutir o no llevar trabajo ya no se la hace. Yo recuerdo desde mi experiencia a mi madre obligándome a comer Salmón (un pescado que personalmente no me gusta nada actualmente) que muy a mi pesar me obligaba a comer y si no lo comía no me hacía otra cosa, así que finalmente siempre lo acababa comiendo.


Como último comentar que en el colegio desde bien pequeñitos nos infundían una admiración hacia los deporte. Recuerdo a todas mis compañeras, incluyéndome a mi, jugando en algún equipo deportivo del colegio.

Por lo tanto los malos hábitos de salud o higiene que pudiera  o pudiese tener ahora no es por falta de la educación que recibí a lo largo de mi infancia.


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